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NACIMIENTO DE BERNARDO

Mañanita era, mañana,
al tiempo que alboreaba;
gran fiesta hacen los moros
por la Vega de Granada,
arrevuelven sus caballos,
jugando iban a la lanza.
aquel que amiga tenía
allí bien se señalaba
y el que no la tenía
procuraba de alcanzarla.
Hermana tiene el buen rey,
que Jimena se llamaba,
namorado se había de ella
ese Conde de Saldaña,
aquel del caballo blanco,
el de la barba dorada.-
Muchas veces fueron juntos,
que nadie lo sospechaba;
de las veces que se vieron
la infanta encinta quedara.
El buen rey, como lo supo,
un mal castigo les daba:
al conde mandó prender
y púsole muy gran guarda;
a ella la envió a un convento
donde luego monja entrara.
Van días y vienen días,
Jimena parida estaba:
De ella nació un infantito
como la leche y la grana.
Un día empañando al niño,
su madre bien le miraba:
—¡En qué hora nacistes, hijo,
de madre tan desdichada:
tu padre en negras prisiones,
y tu madre aquí encerrada.—
Oídolo había la reina
desde su alta ventana:
—¿Qué tenedes vos, Jimena,
Jimena, la mi cuñada?
Si os faltaban dineros,
yo os daré el oro y la plata;
si os faltaban vestidos,
yo os daré de seda y grana;
si os faltaban regalos,
cuantos en mi mesa estaban.
—No me faltaban dineros,
tengo yo el oro y la plata;
ni me faltaban vestidos,
muchos tengo yo en mi arca;
ni me hacen falta juguetes,
eso es lo que me sobraba;
el mayor de mis cuidados
éste que ahora contara:
el niño ya tengo grande,
por su padre me demanda.
—Yo te juro a Dios, Jimena
a Dios, que me puso el alma,
ni comer pan a manteles,
ni con el rey duerma en cama,
hasta que saque a ese conde
de la prisión en que estaba.—
Fuese para los palacios
adonde el rey gobernaba.
El buen rey, como la vido,
en sus ojos cayó en gracia.
—Buenos días, mi señor rey.
—Buenos los tengas, mi amada,
¿qué tienes tú, la mi reina,
y cuál es la tu demanda?
—Que me saques ese conde
de la prisión en que estaba
y le cases con Jimena,
Jimena, la mi cuñada.
—¡Aína, mis caballeros,
armad pronto una algazara
de justas y de torneos,
músicas muy concertadas,
y me traigáis ese conde
en palmas muy estimadas!—
Otro día, de mañana,
las ricas bodas se arman.

Así han reelaborado la historia de Bernardo del Carpio los cantores sefardíes de Marruecos.

El punto de partida de esta narración, adecuada al gusto de los judíos africanos que prefieren los finales felices, es un romance letrado, extremamente soso, referente a aquellos que Luis Vélez de Guevara llamaría “hurtos de amor” gozados por el Conde de Saldaña. Comenzaba prosaicamente con el verso “En los reynos de León / el casto Alfonso reinava”. La única impresión vieja conocida del romance figura en el Cancionero de romances de 1550; pero Vélez lo hizo cantar en su comedia pseudo-histórica El conde don Pero Vélez y don Sancho el Deseado, y el embajador de Felipe II en la corte de Catalina de Médici, en un despacho cifrado dirigido a su rey, lo incluyó junto a un centón de versos de muy diversa temática recordados de memoria.

Llegó a tradicionalizarse en la Península, pues, aún en 1983 y 1985, se cantaba en Montejo de la Sierra, Madrid, como comienzo de una narración cíclica de la historia de Bernardo, con un verso paralelo al de la tradición judeo-marroquí en que se da noticia del nacimiento del niño:

de ella nació un infantito
como la nácar y el agua.

Diego Catalán

Dibujo de Rembrandt

Publicado el 06/01/2007 15:26.  Archivado en Wayback Machine

Romances publicados:

** 1.- La bella en misa

** 2.- La muerte ocultada

** 3.- El caballero burlado

** 4.- La infantina

** 5.- El prisionero

** 6.- Espinelo

** 7.- Ogier y Roldán

** 8.- El moro Búcar ante Valencia

** 9.- Muerte del duque de Gandía

**10.- Muerte del Maestre de Santiago

**11.- La merienda del moro Zaide

**12.- Cercada está Santa Fe

**13.- Por la ribera del Turia

**14.- El enamorado y la muerte

**15.- El rey Rodrigo pierde el reino

**16.- Lanzarote y el ciervo de pie blanco

**17.- Gaiferos libera a Melisendra

**18.- Paris y Elena

**19.- Aliarda

**20.- El caballo robado

**21.- El rey chico y la mora cautiva de Antequera

**22.- Durandarte envía su corazón a Belerma

**23.- El infante don García

**24.- Grifos lombardo

**25.- Gerineldo

**26.- La condesita

**27.- La condesa de Castilla traidora

**28.- Nacimiento de Bernardo

**29.- Marquillos

**30.-La vuelta del navegante

**31.- El conde Dirlos

**32.- Penitencia de Rodrigo

**33.- Enamorada de un muerto

**34.- La guarda cuidadosa

**35.- La canción del huérfano

**36.- Flérida y don Duardos

**37.-El desdeño del amor

**38.- Paridlo, infanta, paridlo

**39.- Cómo no cantas, la bella

**40.- Bodas de sangre

**41.- Alabóse el Conde Vélez

**42.- Silvana

**43.- Bernal Francés

**44.-Sacrificio de Isaac

**45.- Nacido nos ha un bailico

**46.- La noble porquera

**47.- La caza de Celinos

**48.- El veneno de Moriana

**49.- Bodas se hacían en Francia

**50.- Don Manuel y el moro Muza

**51.- Don Diego y el moro que retó a Chamartín

**52.- Mientras yo podo las viñas

**53.- La Gallarda matadora de hombres

**54.- El cautivo y el ama buena

**55.- La serrana de la Vera

**56.- El Cid pide parias al moro

**57.- El conde Alemán

**58.- El pajecico sacado del mar

**59.- El infante vengador

**60.- Valdovinos sorprendido en la caza

**61.- Quejas de doña Urraca

**62.- El hijo póstumo

**63:- Una fatal ocasión

**64.- Juan Lorenzo, cuernos de oro

**65.- El Mostadí