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EL CABALLO ROBADO

En casa del Rey
se perdió un caballo,
decían que el Conde
lo había robado.
Ni el Conde lo ha hecho
ni lo ha pensado.
Ya llevan al conde
preso a encarcelarlo
grillos a los pies,
manilla en las manos,
cadenilla al cuello
por más afrentarlo.
El Rey le miraba
desde altas torres
y también las damas
y los infanzones.
—¡Qué dirán los grandes
de verme en grillones!—
Ya alzara sus ojos,
vio el sol eclipsarse
y a un carpintero
que la horca hace.
—Noble carpintero
¿para quien la horca?
—Para vos, el Conde,
y vuestra persona.
—Maestro, maestro,
así Dios te guarde,
házmela bien alta
y estrecho el collare,
no coman los perros
de mis dulces carnes;
te daré un rubí,
te daré un diamante,
que me los dio el Rey
al ir a casarme.—
Le mira la Reina,
desde el miradore;
Conde, con vergüenza,
tapó sus grillones.
—No los tapéis, Conde,
no los tapéis, none,
que para los hombres
se hacen las prisiones;
para las mujeres
los grandes dolores.—
Gritaba al verdugo
que soltase al Conde:
—¡Afloja, verdugo,
afloja la soga!—
Responde el verdugo
que ya no era hora.

b)

En la casa del buen rey
faltara el mejor caballo;
el Rey le pregunta al Conde:
—¿Eres tú el que lo ha robado?
—¡Ni robo caballerías,
ni aguanto tales agravios!—
El Rey le mandó prender,
las cadenas arrastrando:
una le traba las piernas
y las otras dos las manos.
En lo mejor de su sueño,
el Conde se ha despertado,
que repica un carpintero
con el martillo y sus clavos.
—Carpintero, carpintero,
dí ¿por qué repicas tanto?
—Estoy haciendo la horca
para un conde ajusticiarlo.
—Hazla bien alta y derecha,
que yo soy el sentenciado
y no quiero que los perros
me coman por los zancajos.-
Cuando lo iban a ahorcar,
ha relinchado el caballo.
El Rey, que está en altas torres,
al verdugo le ha gritado:
—El caballo que relincha
es el que a mí me robaron,
el jinete que lo monta
es hijo mío bastardo.
¡Afloja, afloja la soga,
descorre, descorre el lazo!
—¡Ya no es hora de ello, Rey,
que de lengua sacó un palmo!

—–A pesar de la preferencia de los editores de romances del siglo XVI por los romances de temática caballeresca, el «Romancero oral del siglo XX» heredó algunos procedentes de la tradición oral medieval que se escaparon, a lo que parece, de ser glosados por poetas al servicio de la producción de Pliegos sueltos impresos en la primera mitad del siglo XVI y que consecuentemente, no fueron reproducidos por los confeccionadores de romancerillos de faldriquera (hoy los llamaríamos «ediciones de bolsillo»), el gran negocio editorial de la segunda mitad del siglo. En el caso de «El caballo robado», más que por desconocimiento del tema, el «olvido» creo que se debió a que la modalidad prosódica en que llegó a su conocimiento fue la hexasilábica estrófica y los poetas glosadores y los compiladores de romances rechazaban todo romance que no fuera octosilábico y monorrimo, o, todo lo más, compuesto de series monorrimas. Nuestro segundo texto surgió como una habilísima adaptación del primero a la estructura métrica dominante en el romancero castellano, la octosilábica monorrima, y no sabemos hacia cuándo se incorporó a la tradición.

—–En los siglos XIX y XX, el romance hexasílabo únicamente conservaba ya vigencia en tres áreas «laterales» de la tradición de los pueblos de hablas hispánicas: la catalana y las sefardíes, tanto de Marruecos como de Oriente. El texto octosilábico en –á.o, sólo nos es conocido, hoy por hoy, en una versión única, procedente de Lumbrales (Salamanca), que encontró y publicó en un periódico ¡uno de los antiguos colectores de romances de la tradición gallega!. Intenté su búsqueda por tierras de Ledesma, sin éxito.

Diego Catalán

Publicado el 27/12/2010 02:03. Archivado en Wayback Machine

Romances publicados:

** 1.- La bella en misa

** 2.- La muerte ocultada

** 3.- El caballero burlado

** 4.- La infantina

** 5.- El prisionero

** 6.- Espinelo

** 7.- Ogier y Roldán

** 8.- El moro Búcar ante Valencia

** 9.- Muerte del duque de Gandía

**10.- Muerte del Maestre de Santiago

**11.- La merienda del moro Zaide

**12.- Cercada está Santa Fe

**13.- Por la ribera del Turia

**14.- El enamorado y la muerte

**15.- El rey Rodrigo pierde el reino

**16.- Lanzarote y el ciervo de pie blanco

**17.- Gaiferos libera a Melisendra

**18.- Paris y Elena

**19.- Aliarda

**20.- El caballo robado

**21.- El rey chico y la mora cautiva de Antequera

**22.- Durandarte envía su corazón a Belerma

**23.- El infante don García

**24.- Grifos lombardo

**25.- Gerineldo

**26.- La condesita

**27.- La condesa de Castilla traidora

**28.- Nacimiento de Bernardo

**29.- Marquillos

**30.-La vuelta del navegante

**31.- El conde Dirlos

**32.- Penitencia de Rodrigo

**33.- Enamorada de un muerto

**34.- La guarda cuidadosa

**35.- La canción del huérfano

**36.- Flérida y don Duardos

**37.-El desdeño del amor

**38.- Paridlo, infanta, paridlo

**39.- Cómo no cantas, la bella

**40.- Bodas de sangre

**41.- Alabóse el Conde Vélez

**42.- Silvana

**43.- Bernal Francés

**44.-Sacrificio de Isaac

**45.- Nacido nos ha un bailico

**46.- La noble porquera

**47.- La caza de Celinos

**48.- El veneno de Moriana

**49.- Bodas se hacían en Francia

**50.- Don Manuel y el moro Muza

**51.- Don Diego y el moro que retó a Chamartín

**52.- Mientras yo podo las viñas

**53.- La Gallarda matadora de hombres

**54.- El cautivo y el ama buena

**55.- La serrana de la Vera

**56.- El Cid pide parias al moro

**57.- El conde Alemán

**58.- El pajecico sacado del mar

**59.- El infante vengador

**60.- Valdovinos sorprendido en la caza

**61.- Quejas de doña Urraca

**62.- El hijo póstumo

**63:- Una fatal ocasión

**64.- Juan Lorenzo, cuernos de oro

**65.- El Mostadí