Etiquetas
Benjamín Palencia, César Mallorquí, elegía, Gatopardo, Historias, homenaje, pintor
Para César Mallorquí, que nos ha pedido perentoriamente a sus lectores que escribamos para él, para corresponder al trabajo que se toma en desasnarnos .
E. suele hacerme encargos extraños, pero normalmente se limita a pedirme que lo llame a una hora, haciéndome pasar por la secretaria de un jefazo que exige su presencia urgente. Me imagino que así sus novias no se enfadan cuando sale corriendo después de haberles prometido un fin de semana en barco o en Baqueira. Esta vez fue algo todavía más absurdo:
—Necesito que que vayas a un homenaje a Benjamín Palencia.
—¿Y se puede saber qué pleito tengo que definir, ni qué vieja sacar de pila allí?
—Es que me han pagado las dietas para que vaya y haga la crónica. Pero ya que estás allí, házmela tú. Ya sabes: ditirámbica. Y te debo una.